Tal como sucedió en 1973, cuando empezaron la gira tocando íntegramente el nuevo album doble que la gente ni conocía, la interpretación de Tales From Topographic Oceans terminó reducida a los lados 1 y 4, o sea La Ciencia Reveladora de Dios y Ritual, dejando espacio a otras canciones como And You And I y Heart of the Sunrise (en el medio) y Roundabout y Starship Trooper (al final). Lo mas flojito a mi parecer es The Revealing..., practicamente nivel cover, que no puede compararse con -por ejemplo- la versión de Keys to Ascension (¡A éste tema sí que tendrían que prohibirlo cantado por otro que no sea Jon Anderson!)
¿Lo mejor? Todo Drama en general (participan Howe-Downes-White, o sea tres de los que grabaron el original), y especialmente la coda final de Does it Really Happen?, que funciona como un solo de bajo. Hablando de bajo agrego que este es el primer registro oficial bajo el nombre Yes sin el original e histórico Chris Squire. Ah, y destaco también el arte de Roger Dean, seguramente el mejor en años... ¡Lastima que para adquirir el bonito LP triple de vinilo en Buenos Aires haya que desembolsar casi dos lucas! Y es que lamentablemente desde el último lanzamiento en estudio Heaven & Earth de 2014, ningún sello argentino se ocupó de las ediciones del grupo, por lo que los dos Like It Is, este nuevo y el de archivo Progeny (incluso su caja de siete CDs dobles) solo se consiguen importados.
6 comentarios:
A raíz de esta entrada me he puesto a repasar los discos de Yes en youtube, para recordar la época en que me gustaban a rabiar, ahora los escucho con nostalgia y admiración, pero ya no me producen la misma sensación.
Me alegro mucho de que Yes siga en activo. Tengo todos sus vinilos hasta principios de los ochenta. Luego les perdí el rastro.
Un saludo.
Antoni.
YES dejó de serlo ,sin Jon Anderson.
Ufa con Jon Anderson!!! El tampoco canta ya como el Jon Anderson de los 70 y 80. Y tampoco compone como antes. Lo unico que le queda es un EGO enorme, como a su amigo de la capa.
Yes es, ha sido y será una agrupación multigrupal por donde han pasado más de 20 grandes músicos, todos con personalidad y talento diferente. La única constante fue su verdadero alma mater Chris Squire (él lo fue a reclutar a Anderson a un bar del SoHo londinense allá por fines de los '60). Y hoy los integrantes actuales siguen bajo su aura, algo parecido como ocurre con los actuales Tangerine Dream, inspirados en las ideas musicales del gran Edgar Froese.
Por su parte Squire siempre dijo, desde mucho antes de morir, que deseaba que Yes se convirtiera en una entidad musical que trascendiera el tiempo y los integrantes, como muchas orquestas sinfónicas que tienen más de un siglo de vigencia.
Me gusta Yes, especialmente porque es multicolor, multidimensional, me gustaría que volviera a ser impredecible...
Geoff Downes es un gran talento creativo que todavía se halla demasiado restringido en el nuevo Yes (fue la mayor fuerza compositiva del hoy revalorizado Drama). Ojala aporte nuevas ideas sin parecerse a Asia.
Jon Davison, a medida que se vaya soltando cada vez más mostrará que realmente tiene talento (grata sorpresa sus composiciones en el último disco). Sin la presión de parecerse a Anderson podría dar un toque más personal a los viejos temas. Y por sobre todo: es humilde.
Y por último: el gran Billy Sherwood (miembro poco reconocido de Yes durante la mayor parte de los 90, compositor principal de Open.. y The Leader, productor de Keys to ascención, "discípulo amado" de Squire, gurú del rock progresivo (ha trabajado con la crema del género y es respetado por viejos y nuevos). Recomiendo escuchar sus últimos discos: Citizen y The Windmill (de Circa, junto a Tony Kaye): progresivo de la mejor calidad.
Debo reconocer que esta última formación de Yes ha tenido algunos altibajos de calidad, y sin embargo, tal como si fuera un grupo de jóvenes, se nota su esfuerzo por mejorar: han vuelto a acelerar el ritmo de las canciones que sonaban algo cansadas (con una ayudita para el viejo White), y Davidson canta cada vez mejor, permitiendose cada vez mas ser él y no el imitador.
Me encantaría que Sherwood produjese el próximo disco como algo conceptual, bien sinfónico (Heaven... pecó de demasiada simpleza) y tiene con qué. Y si hubiese viejos amigos invitados puntuales (algún solo de Hammond de Kaye, algunos floreos pianísticos de Moraz, algún aporte de Horn...) sería genial.
De ARW no espero mucho: las últimas producciones de Anderson me parecieron correctas pero con "poca vida" y creatividad, Wakeman sigue especulando con sus arabescos de prestidigitación en el moog, que personalmente ya no me llaman la atención y en cuanto a sus composiciones, está más preocupado de parecerse a sí mismo que innovar (bueno, practicamente desde mediados de los 70). Y Rabin, el genio del Yes de los 80, tanto hacer bandas de peliculas pochocleras en Hollywood lo han secado creativamente: escuchar su reciente album Jacarandá: un derroche de virtuosismo, y nada más.
Por otro lado: años de escuchar a los fans acérrimos de Yes despotricar contra el "tecno-rock" (????) de Rabin que ensució a Yes, y ahora lo alaban junto a Anderson y Wakeman... tocando la mayoría de las canciones de Rabin, al estilo Rabin!!!
Igual me siguen gustando, todos...
YES es de esas bandas clásicas que aún me falta por acercarme. Aunque el rock sinfónico no es lo mío.
Un saludo
antonilopez: me alegro haberte renovado ese interés, t mando un abrazo!
Anónimo: puede ser, puede ser..
Pablo Alzuagaray: excelentes apreciaciones, estoy de acuerdo con la mayoría y en desacuerdo con algunas.. creo q de ninguna de las dos formaciones puede esperarse algo novedoso, aunque ambas tienen mucho bueno para dar.. y conformarse con el resto! eso sí, espero que esta vez el aporte de Sherwood quede solo en el bajo y los coros.
victor: nunca se sabe! saludos
soy imparcial...la mejor banda sinfonica progresiva del rock.....Yes forever !!!!
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