El funcionamiento a simple vista recuerda a un reproductor de CDs, aunque en este caso en vez de información digital lee las ondulaciones analógicas de la placa, por lo cual el sonido -parece- respeta las cualidades originales del vinilo.
La pregunta es: ¿Para qué quiero una bandeja donde no puedo ver girar el disco ni apoyarle la púa?
Si vos también pensás que no puede haber algo mas aburrido, esperá a ver los 10' del video a continuación, donde el Sr Miyagi nos explica con proverbial paciencia los detalles del suntuoso artefacto.
¿Será que soy un envidioso porque no tengo las quince lucas?
8 comentarios:
es la verdad, no tiene mucha gracia... no se si ver el video cambia la percepción ja...
eso si, solo el que escuchó en su vida un vinilo sabe que suena mejor que lo demás... salu2...
Y lo gracioso es que yo soñé con algo como eso.
Si lo hubiese patentado...
Yo tampoco...tengo las 15 lucas, jaja.
Gracias amigos x comentar, y prendan el Winco..
yo prendo el rexson, y no, no estan las 15 lucas jaja
En verdad para mi gusto audiófilo el sonido del vinilo es para mi uno de los más cálidos y representativos. Pero claro, estos vinilos son impresiones de grabaciones digitales. Creo que de una forma u otra, la magia del "analogo" ha quedado para aquellas epocas doradas previas a la era del CD. ¡Sigamos pues Aldo, atesorando celosamante esas ediciones originales...!
Se esta mitificando el vinilo. Estoy de acuerdo, pero un vinilo rallado es inferior a cualquier CD. De todas formas los CDs tampoco son eternos.
Tiene gracia que el japonés nos enseña la ficha de cliente de Keith Jarret, si este pusiera la chapuza que se hizo en la edición de su famoso Koln Concert en Esaña devolvería el láser. Eran unos ejemplares prensados en Barcelona que de nuevos ya no se podían oír.El ruido de fondo era inaguantable.
Eliseo: No tengas ninguna duda!
Luis: Acá en Argentina también algunas ediciones eran de terror..
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