Entonces al ser un trabajo basado en partes sueltas de música, las composiciones como temas en sí no son el fuerte, presentando una versión bien ambient de Pink Floyd, que a veces parece New Age o música para reiki. Mason toca el mismo beat de los últimos cuarenta años -nunca mas rápido que su propio pulso como le dijo el médico- mientras en 'Anisina' Gilmour hace el punteo mas previsible de su carrera.
Rescato como positivo la merecida reparación histórica a la figura de Wright (ninguneado y despedido por Waters en años de The Wall, sin que Gilmour tampoco lo defendiera mucho que digamos); el trabajo de producción de Phil Manzanera, clasificando y organizando las viejas pistas con las sobregrabaciones; y el extraordinario mérito que comparte con casi cualquier otro disco de Floyd: No hay ni una nota o sonido de más.
Gilmour dice que será el último disco de la banda y habrá que creerle, por lo menos hasta que dentro de unos años los nuevos propietarios de los derechos terminen de raspar el fondo de la olla. Igual éste ya tiene toda la pinta de Album Póstumo.
Salvo la voz del físico Stephen Hawking en 'Talkin' Hawkin'' todo es instrumental hasta el tema final 'Louder Than Words', con letra de Polly Samson, la esposa del comandante...
"La suma de nuestras partes,
el latido de nuestros corazones..
Es mas fuerte que las palabras"
Y así se va 'The Endless River', como el hombre de la tapa navegando el cauce brumoso de un río infinito. El mejor cierre conceptual a la discografía de la banda mas conceptual del mundo.
4 comentarios:
Coincido en que es una reparación histórica para Richard Wright, por su expulsión, que lo excluyó de The Final cut. Y para su regreso como invitado.
También creo que es el último disco de Pink Floyd, lo cual me produce una melancolía. Aunque Gilmour y Waters se reconcilien, ya no sería lo mismo sin Wright.
Honestamente creo que después de 1982 una buena cantidad de fans de Pink Floyd, no acuso el hecho de que Roger Waters no forma parte de la banda, dividiendo a sus fans en dos bandos bien definidos. Y no veo diferencia entre estas críticas las hechas con “Momentary Lapse of Reason” en 1987, y ahora con The Endless River. Las criticas se rondan siempre tópicos similares, la ausencia de esa tensión y esa energía tan típica de Roger Waters, presente en sus melodías, y en prácticamente todas sus letras.
La musicalidad de Gilmour y Wright embellecían notablemente ese aporte más egocéntrico de Waters, alcanzando su equilibrio máximo en Dark Side of the Moon.
Particularmente, no veo este disco muy alejado de I Whish You Were Here, en donde Wright es quien me parece brillar como un diamante.
Este disco es un Pink Floyd “Gilmour-Wrigth-Mason”, muy puro en su concepción. Fiel a si mismo, como vienen siendo desde 1987. Una musicalidad impecable, hecho por personas de alrededor de 70 años a quienes les sobra ganas de tocar. ¿Por qué no un Pink Floy con Waters si en el 2005 demostraron que continuaban con esa magia? Este homenaje a Wright no seria posible con un Waters.
Al final es una cuestión de gustos. Personalmente, también me gusta este Pink Floyd. Y este último disco, me parece correcto y hasta me remite a épocas más experimentales y jóven de la banda. No olvidemos las terribles criticas a Ummagumma, que hoy es pieza de colección. Saludos!
a mi lo que mas me gusto es la seccion de allons, el album esta bueno, y que grande Phil!
Demiurgo: y no creo q se reconcilien tampoco..
Alejandro: Muy claro, gracias x comentar..
Ningún: Ja ja, muy bueno lo de Manzanera..
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