Habitualmente me saco los auriculares del Ipod cuando aparece alguno, tanto por una cuestión de respeto, o bien porque -hay que decirlo- igual no voy a poder seguir escuchando...
He visto desde un sofisticado trío de trombón, contrabajo y redoblante haciendo "dixieland", hasta las más variadas combinaciones de charangos y aerófonos andinos, pasando por guitarristas con más voluntad que afinación, compitiendo contra el ruido de los carriles...
El de hoy fué un muchacho ciego, que criolla en mano interpretó un bolero (del cual no recuerdo, o más bien no conozco el nombre) con sobria simpatía y razonable entonación, y hasta se animó a unos apretados punteos en las cuerdas de nylon, recordándome vagamente a José Feliciano...
Después de aportar un níquel como de costumbre, volví a los auriculares del mp3 (ésta vez el gesto no había tenido nada de condescendiente, ya que el cantante -por supuesto- no podía verme...) y ahí me esperaba otro guitarrista: Paco De Lucía con su sexteto, haciendo ya el final del antológico "Live In América" de 1993, con el tema "Buana King Kong", que me acompañó el resto del viaje...
Así también se vive la música en Buenos Aires... Sobre la superficie, o debajo de ella...
4 comentarios:
Cuando vivia en grandes urbes hacia lo mismo.Por cierto muy grande Paco!
un abrazo
la ciudad tiene ese que se yo...que a veces extraño.
Hay una anecdota de este gran dios de la guitarra que es. Tocaba junto a Placido Domingo y Julio Iglesias, y en el cartel su nombre aparecia mucho más pequeño que el de los dos. A esto un amigo se lo conto y el llamo al promotor protestando, le dijo que si su nombre no aparecia a la misma altura que el de los otros dos, el no actuaba. Evidentemente, el no actuo. No dejo que fuera menos preciado por nadie.
Un abrazo!
Tsi: Así es la vida en la ciudad!
Mariana: Lo que tiene un lugar a veces no lo tiene otro... Gracias por pasar!
Pedro12: excelente anécdota. buena foto de Paco.
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